De visita imprescindible si visitamos la isla de Malta, los templos megalíticos de Hagar Qim y su homólogo Mnajdra.
Construídos por las civilizaciones más antiguas que se conocen en todo el planeta datan de los años entre el 3.600 y 3.200 a. C., anteriores incluso a las pirámides de Egipto y a Stonehenge.
Situados al sur de la isla, aprovechamos su cercanía de la Blue Grotto para visitar el museo y las construcciones megalíticas de roca caliza.
La entrada al museo dispone de una zona de aparcamiento libre. Subiendo la escalinata que nos lleva a la recepción ya podemos vislumbrar la enorme lona que protege el templo de Hagar Qim (el más cercano) de las inclemencias meteorológicas.
Los precios básicos son de 10 euros adultos y 5.50 euros los niños de 6 a 11 años. Aquí podéis ver las diferentes opciones de tickets:
Nosotros optamos por hacernos con un par de audioguías, necesarios para comprender toda la historia y curiosidades arqueológicas que rodean a los templos.
Se inicia la visita con una proyección en una sala 4D explicativa de la vida en aquella época y de la historia de estas construcciones; para continuar con un recorrido del museo donde comprender la vinculación de los templos a los solsticios y equinocios solares y las técnicas arquitectónicas empleadas; incluso existe una réplica de portal por el que se puede pasar.
Tras la visita al museo iniciamos el camino que nos lleva al primero de los templos, el imponente Hagar Qim (declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 1992):
Que no os engañe el aspecto bajo la lona… es una estructura imponente y bastante grande; increíble pensar lo que nuestros ancestros fueron capaces de construir hace tantos miles de años. No en vano es uno de los más preciados tesoros de Malta y de la historia de la humanidad.
La entrada exterior sirve como un pasaje interior que conecta con seis grandes cámaras; podemos visitar el pasillo central y desde él admirar las diferentes estancias.
El muro exterior está construido con grandes bloques en posición vertical, creando así un edificio extremadamente sólido. En uno de los laterales observamos el megalito más colosal de la isla, ¡un bloque de unas 20 toneladas: 3 metros de alto y 6.40 de ancho! impresiona pensar como pudieron trasladarlo, levantarlo y colocarlo en aquel lugar ya que con las técnicas conocidas entonces posiblemente hubieran hecho falta varias de centenas de personas para lograrlo.
Aún hoy no se sabe a ciencia cierta cómo las desplazaron, aunque se han encontrado cerca de los templos numerosas piedras redondas que se cree que se utilizaron como rodamientos para el transporte de las enormes losas.
Las puertas posiblemente se cubrían con telas o pieles y los orificios junto a los laterales del marco servían para sujetarlas o para colocar paneles de madera, aunque su verdadero uso es desconocido así que podéis echarle imaginación y que los peques den ideas sobre los posibles usos de ellos y de otras tantas cosas que veréis al recorrer el complejo (de esta manera propiciaremos una visita más amena y divertida para los «dinos»)
Otros orificios se presupone que tenían funciones astronómicas, ya que en los solsticios la luz del sol ilumina a través de ellos ciertos puntos del templo. Otros los utilizaban los sacerdotes para comunicar sus oráculos.
La ubicación en montículos y cerca de la costa junto a su orientación sureste, refuerzan la teoría del uso astronómico y espiritual.
En el complejo son abundantes las referencias escultóricas de una figura obesa de formas redondeadas, si bien el sexo de las mismas es pura especulación, sugieren el culto a diosas de la fertilidad.
También encontramos altares donde se practicaban los diferentes rituales y ofrendas.
Un sendero de piedra caliza nos lleva al segundo de los templos del complejo, el de Mnajdra.
Desde este camino se pueden realizar dos rutas de senderismo (una de una hora y la otra de hora y media de duración) muy recomendables, con unos paisajes de excepción e historia a raudales.
Uno dirección a la costa y otro encaminado hacia al interior.
Y tras el puesto de control de visitantes y tras 500 metros de cómodo sendero desde Hagar Quim accedemos a Mnajdra:
Este templo está mucho más próximo al acantilado y edificado con piedra caliza de origen coralino, más fuerte que la de su gemelo.
Este templo está dividido en dos niveles de forma circular.
Perfectamente alineado con el nacimiento del sol en los equinoccios y en los solsticios. Al comienzo de la primavera 20, 21 de marzo y del otoño 22, 23 de septiembre, el primer rayo de luz del amanecer entra directamente por la puerta del templo, atravesando todo el corredor e iluminanado la habitación más interna. En cambio durante los solsticios de verano, 21 de junio y de invierno, 22, 23 de diciembre, ese mismo rayo de sol del amanecer, penetra de forma oblicua justo por los laterales de la puerta principal e ilumina la cámara inmediatamente anterior. Si para nosotros hoy en día sigue resultando algo extremadamente sorprendente, hemos de suponer lo maravillados y fascinados que quedarían aquellas personas del neolítico.
La curvatura interior de las paredes no deja duda del techado que antaño cubría las cámaras de los templos.
Al finalizar la visita optamos por realizar la ruta de senderismo A, la que se dirige hacia el acantilado, donde pudimos disfrutar del bello paisaje mientras los «dinos» jugaban a ser antiguos navegantes y descubridores.
♦Tour virtual por el Templo de Mnajdra: Parte 1 y Parte 2.
Pronto os seguiremos contando más de nuestro viaje a Malta, de momento podéis visitar nuestros post anteriores:
Museo Aviación Malta / Malta Aviation Museum (Ta’ Qali)
¡Hasta pronto!
Un dinosaurio en la maleta 
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