Dinopark, en Cactus d’ Algar, sito en el paraje de Les Fonts d’ Algar (Alicante), es un parque educativo de 6 hectáreas al aire libre, en el que los dinosarios cobran vida.

Se trata de modelos robóticos que imitan el movimiento, respiración y rugidos de varias especies de dinosaurios.

Para localizarlo sin problemas la página web nos ofrece las coordenadas exactas de ubicación (GPS 38°39′06.2″N, 0°05′26.7″W). Se accede por la carretera que discurre entre en entorno de las también famosas Fonts d’ Algar (www.lasfuentesdealgar.com, paraje natural a lo largo del cauce del río Algar, con cascadas y numerosas fuentes manantiales, donde también se puede aprovechar para realizar una excursión familiar en plena naturaleza). Este enclave está rodeado de varios restaurantes y zonas de parking; en uno de los parkings está colocada una figura de dinosaurio (Allosaurus), da lugar a confusión, pero aún queda un kilómetro y medio para llegar a nuestro destino. Pasamos por numerosas plantaciones de nísperos, fruto típico y famoso de la localidad de Callosa d’en Sarrià y llegamos enseguida.

En la entrada ya nos recibe el imponente Tiranosaurius Rex.

Pasamos por la taquilla donde nos facilitan un mapa de las instalaciones

Y ya podemos acceder al interior, donde nos sorprenderá un dinosaurio que protege su nido, y su pequeña cría. Atención, porque los modelos robóticos funcionan con sensores que inician el movimiento de los dinos, y más de un peque se ha llevado un susto de cuidado (como le pasó a mi sobrina, que salió corriendo del recinto como alma que lleva el diablo y se negaba a volver a entrar de ninguna manera).

El recinto dispone de dos zonas de juegos infantiles, una próxima a la entrada y otra en la zona de picnic central, donde también se ubica un arenero «yacimiento» en el que excavar huesos de dinosaurio y convertirse en un auténtico paleontólogo.

Existen varias zonas de picnic a lo largo del recorrido, con alguna sombra; aunque lo cierto es que las sombras escasean y no recomiendo su visita en los meses de verano, el enclave es un secarral donde el sol pega fuerte. La única ventaja de visitarlo en los meses calurosos es la existencia de un «Mar infantil», pisicina de chapoteo y chorros de agua donde aplacar el sofocante calor. Se echa de menos más fuentes durante el recorrido.

En la zona de picnic central se ubican las grandiosas figuras de un T-Rex y dos Brachiosaurus, y junto a ella la cafetería del parque. No ofrecen mucha variedad de menús, y es aconsejable traer la comida de casa.

En esta zona también se sitúa el Cine en 3D, pases frecuentes, y dada la afluencia del parque no hay colas ni problemas por tomar asiento. De las veces que hemos visitado el recinto, unas cuatro dado a la pasión de mis «dinos» por los de su especie, hemos visto dos películas diferentes. La primera película trataba de un pequeño Triceratops queda separado de su manada por le ataque de unos Compsognathus y vive una serie de aventuras propiciadas por un temblor propiciado por una erupción volcánica y finalmente encuentra a una fémina de su especie y forman una familia.

La película que se oferta ahora, cuyo título es «Historia de un bebé perdido», narra la historia de un huevo de Diplodocus, separado del nido, hasta que nace y encuentra a su manada.

De las especies de dinosaurio robótico que podemos encontrar son Allosaurus, T- Rex, Spinosaurus, Plateosaurus, Chasmosaurus, Triceratops, Polacanthus, entre otros.

De las figuras estáticas, pero igualmente impresionantes, están los Stegosaurus, Compsognathus, Deinonychus, Maiasaura, incluso un ejemplar volador, el Pteranodon.

De todos ellos se ofrecen carteles explicativos, de nombre, era en la que existieron y demás datos morfológicos de cada especie.

Además de las múltiples fotografías que podemos tomarnos junto a ellos, hay una jaula de Velociraptor en la que dar rienda suelta a la imaginación y hacerse fotos divertidas simulando pánico al ataque o dolor por la mordida de sus increíbles mandíbulas.

Otro inconveniente del parque, aparte de la recomendación de evitar los meses de mucho calor, es que el sendero por el que discurre el paseo es de gravilla, así como la zona central, y es bastante peligrosa sobretodo si los niños corren por el recorrido, más aún cuando los bordes de todo él son cactus y palmeras pinchosas.

Sin embargo, es un parque totalmente recomendable, sobretodo para los forofos de la temática. A mi me encanta observar a mis peques jugando, imaginando que están explorando un auténtico parque mesozoico, cretácico y jurásico en el que tratan de sobrevivir a los ataques de los más temidos carnívoros, y acompañar en su paseo a los herbívoros. Es muy divertido para ellos, ¡viven una auténtica aventura!

De hecho, como ya he comentado, nosotros hemos repetido y en varias ocasiones, por algo será :P.

Desde allí se puede aprovechar para visitar las localidades costeras de Benidorm o Altea.