Os proponemos una manera divertida de comer fruta y una actividad culinaria con la que seguro disfrutarán los peques.
Además es una fantástica idea con la que decorar una mesa dulce de cumpleaños.
INGREDIENTES
- 4 naranjas grandes
- 2 paquetes de gelatina del sabor o color preferido: frambuesa, fresa, naranja, limón, lima, melocotón…
- papel de arroz o cartulinas de colores
- palillos
PREPARACIÓN:
- Cortar las naranjas en mitades, de arriba a abajo. Recomendamos cortarlas desde el ápice, unión con el tallo hasta el extremo opuesto.
- Vaciar las naranjas utilizando una cuchara o un cuchillo afilado y con cuidado raspar la membrana. Ojo con no agujerar la corteza.
- Preparar la gelatina más concentrada de lo que recomiendan para su uso; esto es, usar sólo la mitad de agua de lo que señalan las instrucciones ya que así conseguiremos que mantenga mejor su forma.
- Rellenar cada una de las mitades de naranja con la gelatina. Podemos colocarlas en unas bandejas para muffins o cualquier otro recipiente que las mantenga estables.
- Enfriar en la nevera y dejar que la gelatina cuaje.
- Recortar la cáscara sobrante del borde, para que quede bien enrasada la gelatina, a nivel. Podemos utilizar unas tijeras e ir recortando alrededor del borde.
- Cortar las mitades de naranjas en otra mitad, formando cuartos. Utilizad un cuchillo bien afilado.
- Cortamos el papel de arroz o la cartulina, en su caso, en forma de triángulos y los aseguramos a la gelatina con palillos, creando el efecto de velas del barco.
Podemos utilizar también cualquier fruta con cáscara consistente, como limones, melones galia, pomelos… , o otras sin cáscara como fresas que ofrecen un resultado espectacular:
Os recomendamos, según el caso, utilizar gelatina de un color que haga contraste con el color de la corteza de la fruta elegida.
Esperamos que os haya gustado la idea y lo paséis en grande inventando nuevas opciones de colores y texturas, ¡todo vale! sólo hay que echarle imaginación 😉