Si habéis utilizado esta aplicación alguna vez seguro que estaréis de acuerdo conmigo en la clasificación de personajes que encontramos en el universo Wallapop.
Para quien no la conozca, Wallapop, es una App (aplicación) que se puede descargar en cualquier dispositivo móvil para la venta o intercambio de cualquier objeto del que nos queramos desprender. Y cuando digo, cualquier objeto, lo digo en toda su amplitud, porque podemos encontrar cosas tan variadas como ¿gente que se ofrece a dar masajes a chicas gratis??, ataúdes con poco uso… hasta muebles de diseño.
Pues bien, una vez decidido a poner a la venta las cosas que inútilmente guardas en el armario por si algún día usas, empezarán a lloverte mensajes de contacto de interesados en la compra o intercambio, sobre todo si pones las cosas a buen precio, aunque debes asumir siempre cierto regateo.
Os vais a encontrar WALLAPEOPLE de lo más variada:
El FANTASMA: Aparece, te dice que quiere un artículo y desaparece. Nunca más vas a volver a saber de él.
El BURLÓN: Ofrece un precio absurdo a sabiendas de que no lo vas a aceptar ni harto de vino, pero parece que así se entretiene; como el fantasma, andan bastante aburridos en sus quehaceres diarios.
El TACAÑO: Después de duras negociaciones y casi llegando a un punto de encuentro…decide que si no le rebajas un euro más no lo compra. Por favor! El regateo tiene un límite, si ya has bajado casi 10 euros de algo que vendes por 23… ¿qué más quieres ansiaaa?
El CAMBIADOR: Sólo quiere cambiar por algo de su perfil y en él sólo hay cosas cutres que no querría nadie en su sano juicio. ¿En serio?
El MORRUDO: Quiere comprar algo muy barato y que se lo lleves a domicilio o le descuentes lo que le cueste el metro o el bus… Vamos a ver, el desplazamiento no está incluido en el precio!
La DECORADORA: Vende muebles y cosas chulas porque va a renovar ambientes de su casa y a buen precio. Este perfil hay que seguirlo y estar al tanto de lo que sube y renueva en su usuario.
Las MAMÁS: Venden todo lo que no han usado con sus bebés/niños o con muy poco uso. Con tal de quitarse trastos de encima están dispuestas a negociar. Buenas oportunidades.
El REGATEADOR: Sólo regatea, por pura diversión, sí, hay tres Wallapeople que únicamente marean. Cuando llegas a un acuerdo no vuelves a saber nada más de él. ¿¡Estamos jugando la Champions y no me he enterado!?
El RESERVISTA: Te pide que le reserves un artículo, lo haces; le preguntas a la semana, al mes, si aun lo quiere y te asevera que sí, que se lo reserves, que en cuanto pueda lo recoge y así te puedes jubilar esperando.
Los SORPRESA: Objetos feos o raros que piensas que no vas a vender ni en sueños y de la noche a la mañana alguien los quiere y ¡sin regateos!
Los REGALATORS: Aquellos que venden todo lo que les regalan y no pueden devolver. Artículos nuevos y en su embalaje.
Las FASHION CHIC: Chicas, en su mayoría, que venden moda, incluso de grandes marcas, que ya no usan para renovar su armario.
Pese a la «fauna» que podemos encontrar es una aplicación que merece la pena. Personalmente tengo a la venta varias cosas, vendidas unas doce, compradas otras tantas…y es que siempre hay un roto para un descosido!
Una vez finalizada la venta o intercambio, siempre se valora al comprador y al vendedor, esta valoración es pública y se puede consultar por los otros usuarios antes de formalizar la «quedada». ¡Ojalá se pudiera valorar también a todos esos wallapeople que marean sin ton ni son!
Una vez que has conseguido un acuerdo satisfactorio… ¡aún te queda lo mejor!
Quedar en un sitio público y hacer el intercambio dinero/ objeto cual traficante; bajo las miradas suspicaces de los de alrededor, aunque esto último va normalizándose conforme lo hace la venta por este medio.
¿Usas Wallapop? ¿Estás de acuerdo con esta categoría? ¿Cuál añadirías?
Pues añadiría el que pone un objeto a la venta y no se supo nunca más… Me he interesado por un par de objetos pero nada, el vendedor debe estar de vacaciones. ¡Que buenos los memes!
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Toda la razón Nanymoon, a mi también me ha pasado. Gracias por comentar 😊
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Los del autocorrector ortográfico apagado… Patadas al diccionario a tutiplén.
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Muy bueno. Algunos anuncios son dignos de un desprendimiento de retina 😉
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