Cantabria es una tierra verde y fresca muy apetecible como destino en épocas estivales, aunque muy recomendable durante cualquier época del año por la belleza de sus paisajes, lo pintoresco de sus localidades y la hermosura de sus playas.

Enmarcada entre el mar y la cordillera Cantábrica ofrece al visitante multitud de oportunidades turísticas.

Nuestro viaje a Cantabria se desarrolló durante 5 días, antes hicimos una parada cerca de Tudela donde visitamos el parque temático natural «Senda Viva» (pero eso es otra entrada… dedicaré un post específico para este parque). Viajamos en compañía de una familia amiga muy especial y con la que compartimos muchos y muy buenos momentos.

 

En Cantabria elegimos como campamento base el «Aparthotel Playas de Liencres»,  sito en la localidad de Boo de Piélagos, y cercano al parque natural de «Dunas de Liencres»; para desde allí ir visitando los diferentes lugares. Reservamos con mucha antelación a través de http://www.booking.com y con cancelación gratuita, en abril, para hospedarnos durante el mes de agosto, lo que nos supuso un gran ahorro en la reserva de los dos apartamentos con jardín en los que nos alojamos. Señalar que la familia con la que viajamos es numerosa, y pese a que las habitaciones son de ocupación máxima de cuatro personas, por parte del hotel no pusieron ninguna pega.

Apartamento. imagen de la web http://www.hotelplayasdeliencres.com

El apartamento de unos 40 m² dispone de un dormitorio con cama doble grande con armarios, un salón con sofá cama, tv y cocina, y un baño. La cocina dispone de un menaje básico, algo escaso sobre todo para cocinar para una familia de cinco; microondas, una encimera eléctrica de cuatro fuegos, nevera pequeña y bastante armariada.
El baño con bañera, completo, y dispone de secador de pelo.

Entra las instalaciones del complejo, destacan las piscinas exterior e interior climatizada. De la exterior no hicimos uso porque el tiempo no acompañaba y no la hacía muy apetecible, sin embargo la interior sí, necesario llevar gorro de baño. El hotel dispone de una zona de juegos infantiles en el interior, junto a la zona de descanso y de un mini-club, en el que los niños desarrollan varias actividades, existe una programación con horarios que se puede consultar en recepción. También de gimnasio y wifi (que funcionaba increíblemente bien, rápida y buena velocidad de descarga), bar- cafetería y zona de buffet para las pensiones media y completa.

Nosotros viajamos sin pensión alimenticia, nos surtimos de provisiones y cocinábamos en el apartamento, principalmente desayunos y cenas, y preparábamos la comida para llevar y aprovechar el día fuera.

VISITAS: 

SANTANDER: Península de la Magdalena y puerto. http://www.santander.es. Incluyo enlace: MAPA TURISTICO SANTANDER 

Ciudad costera que enamora a todos los sentidos. Puerto natural que abarca desde el antiguo barrio pesquero y el muelle de Puerto Chico, hasta el Faro de Cabo Mayor y entre ellos las bellísimas playas de arena dorada. Playas como la de Los Peligros, La Magdalena, Bikinis o El Camello, emblemática por la formación rocosa en forma de camello, hasta las más famosas, La Concha y El Sardinero.
Tras aparcar en un parking público, iniciamos un relajado paseo por el precioso Puerto Chico, admirando a los pescadores que faenaban tras capturar grandes ejemplares y a los surfistas del extremo opuesto de «Dunas del Puntal y Estuario del Miera», y del otro lado edificios señoriales y singulares. Más tarde nos dirigimos hasta el Dique de Gamazao para realizar el tour turístico a bordo de un barco que recorre la Bahía de Santander al completo, durante unos 45 minutos, que pueden hacerse largos si hay mala mar; ya que una vez que salimos a mar abierto el movimiento de la embarcación es considerable. Pese a ello, la experiencia merece la pena, son muy recomendables las vistas y los paisajes desde esta perspectiva. Se pueden consultar tarifas y horarios en http://www.santanderbahiatours.com y en Santander-Bahia-Tours- ,itinerarios Mapa-itinerario-paseos-bahia-de-Santander.         

Tras el tour marítimo visitamos la Península de la Magdalena, la entrada al recinto es libre, de 8 a 22 horas. Extenso parque de 24’5 hectáreas, en el que se precisa de un paseo tranquilo, ya que hay mucho que ver, desde parques de juegos infantiles, museos y parque zoológico marino, hasta el imponente Palacio de la Magdalena, escenario de la serie
televisiva «Gran Hotel». Bello por doquier, actualmente sede de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en la que se desarrollan los cursos de verano. Es el edificio más emblemático de la localidad. Junto a él las Caballerizas Reales y tras las carabelas, se encuentra el zoo gratuito de especies marinas, que alberga focas, leones marinos o pingüinos, entre otras, que encantarán y asombrarán a los niños.

Palacio de la Magdalena

MUSEO DE ALTAMIRA: Pese a ser un día lluvioso y acudir temprano, el parking estaba completo y ambos lados de la carretera que da acceso, llenos de vehículos estacionados, hasta unos dos kilómetros desde el museo. Se aconseja reservar las entradas online con antelación, http://www.museodealtamira.mcu.es, el precio de las entradas es de 3 euros, 1.50 la reducida, excepto los sábados desde las 14 horas, domingos todo el día, días 18 de abril, 18 de mayo, 12 de octubre y 6 de diciembre en los que la entrada es gratuita. Tras una pequeña cola cubiertos con paragüas, llegamos a la taquilla y de allí al interior. La visita de la réplica de la Cueva de Altamira (Neocueva), se hace por turnos y en grupos reducidos. La visita de la auténtica se desarrolla seleccionando aleatoriamente a cinco de los visitantes de cada día; pueden participar en la selección para la visita todos los visitantes que adquieran su entrada para visitar el museo el mismo día en que se realiza la visita antes de las 10.30, que sean mayores de 16 años, y acepten expresamente las condiciones para participar en el visita, que se entregarán al adquirir su entrada. La selección aleatoria se realiza a las 10.40  h. en el hall del Museo. La visita, actualmente, está programada para los viernes.

El museo nacional de Altamira dispone de una exposición permanente dedicada a conocer «los tiempos de Altamira», a través de pequeños altavoces audio- guía se van explicando las diferentes escenas (vídeos, escenografías, utensilios, etc.). A los niños les encantó y aprendieron como los hombres prehistóricos cazaban, vivían, creaban útiles para la caza o para proporcionarse abrigo. Quedaron asombrados y no dejaban de ir de un puesto de audio guía a otro. Tras esta parte de la exposición se visita la zona dedicada al arte rupestre. En la Neocueva (reproducción fiel de la famosa Cueva de Altamira) se exigía máximo silencio, algo que costó un poco a los más pequeños.

PARQUE DE CABÁRCENO: http://www.parquecabarceno.es. Es un inmenso zoo, que hay recorrer en coche (también en bici), donde los animales viven en semi libertad, en espacios naturales enormes, respetando su hábitat natural, en la medida de lo posible. Se encuentra a unos 15 km. de Santander, en la localidad de Cabárceno. Es el parque por excelencia de Cantabria, y de visita obligada para todos los turistas.
También se desarrollan en él dos espectáculos, uno de aves rapaces y otro de leones marinos. Es verdaderamente increíble observar a tantas especies animales, y a otras incluso poder tocarlas, de lo cerca que puedes estar de ellas. Son muchísimos los animales que se pueden ver: osos, lobos, ciervos, bisontes, elefantes, cebras, hipopótamos, jirafas, jaguares, ñandús, etc. la lista es inmensa. Se precisa del día completo para poder ver todas las especies y recintos, también hay un reptilario.

Existen zonas de picnic y cafeterías, cerca del recinto de las jirafas y ñandús; una delicia comer al aire libre mientras observas a los animales del entorno.

El día de esta visita celebramos el cumpleaños de la mami más molona (tú ya sabes ;P) y le hicimos un detallito de nuestro anterior viaje a Sevilla…¡un delantal de flamenca! jajaja…y una taza con mensaje y chuches en su interior, ya que además de molona es muy aficionada a los dulces. 😉

SANTILLANA DEL MAR: Una de las más famosas y pintorescas localidades de Cantabria. Declarada conjunto histórico-artístico. Por ella discurre un tramo del Camino de Santiago. El casco histórico se compone de multitud de construcciones de piedra y monumentos (como La Colegiata de Santa Juliana),en torno a dos calles principales.

También hay multitud de tiendas de productos típicos y souvenirs, en las que nos resultaron curiosos los dulces con nombres como «Cojones del Anticristo», «Orgasmos» o «Chochitos» junto a botellas de licor en forma de falo, por ello…no dudamos en fotografiarnos también junto a ellos 😉

Por una de las calles principales encontramos el Museo de la Tortura, pero nos pareció demasiado para los niños pequeños, viendo los sádicos artilugios que exponían en la fachada.

Recomendable la visita a Santillana del Mar, muchísima afluencia de turistas. El estacionamiento en una plaza central, viene regulado por personal del Ayuntamiento, previo pago.

COMILLAS: Localidad costera que da nombre a la Universidad Pontificia. Destacan en ella el edificio e la antigua universidad, el Palacio de Sobrellano o del Marqués de Comillas y el edificio «El Capricho de Gaudí».

Del Palacio de Sobrellano Sólo visitamos el exterior, un conjunto arquitectónico digno de mención, deja con la boca
abierta; los peques lo pasaron pipa subidos a los cañones de la fachada o jugando a tres en raya con un monumento moderno con tres cilindros en su interior superpuestos uno encima de otro.

De «El Capricho de Gaudí» también visitamos el exterior, recordando las lecciones de Historia del Arte de un antiguo profesor de instituto y evocando los apuntes de la torre- minarete de este edificio modernista. Muy llamativa la arquitectura, los materiales y colores utilizados, ¡hay que verlo!.

Comimos en el Asador «La Fragua», impresionante la comida en el este local, todo buenísmo, el menú muy completo y contundente, de cocina típica cántabra; de visita obligada para los viajeros gourmet. Buenos precios y comida aún mejor. Después de los ricos manjares, celebramos el cumple de mi «dino» mayor en el parque a los pies del Palacio del Marqués de Comillas soplando las velas y haciendo volar dragones.

SAN VICENTE DE LA BARQUERA: Y de una localidad costera a otra. Al cruzar su puente, cuenta la leyenda, que hay que mantener la respiración para que se cumplan los deseos…y ¡es largo! Y si encuentras tráfico…mejor desistir si no te quieres poner morado..jajaja.

Todos los intentamos, y los niños vivían la ilusión de que lo conseguían al estar muy calladitos y con la boca cerrada.

Buscamos sitio donde aparcar por toda la zona costera y junto a la playa y fue misión imposible, callejeando llegamos hasta una ría, Brazo Mayor, repleto de cangrejos. Allí paramos a descansar y reponer fuerzas en una zona sombreada mientras los niños lo pasaron en grande jugando por la ría. Después dimos la vuelta bordeando el Brazo Mayor, llegando a la Iglesia de Santa María de Los Ángeles, desde donde las vistas son espectaculares. También cruza el Camino de Santiago este municipio y prueba de ello son las flechas amarillas que nos encontrábamos al paso, y que tantos recuerdos nos traían.

CUEVA DE «EL SOPLAO»: Desde San Vicente de la Barquera iniciamos el camino hacia los Picos de Europa, hacia la cueva de «El Soplao», ingenuos, desconocíamos que había que reservar la entrada online con antelación, y nos ofrecían ticket de entrada para tres horas más tarde, por lo que desistimos, y tan sólo hicimos una visita a la tienda de recuerdos. ¡Una lástima!
Volveremos, tenemos muchas ganas de verlas. http://www.elsoplao.es. Se trata de una cueva descubierta al explotar un yacimiento minero y está considerada una de las grandes maravillas de la geología. Como yacimiento minero que era, se accede en un tren minero. El recorrido está limitado a sillas de bebés (facilitan mochilas portabebés), y se debe llevar calzado adecuado (cómodo, cerrado y antideslizante) y algo de ropa de abrigo, ya que en el interior descienden mucho las temperaturas.

De vuelta de la cueva de «El Soplao» disfrutamos de las Playas de Oyambre y su parque natural. Por la tarde había marea baja y el tramo de arena era largo hasta conseguir llegar a la orilla y mojarnos los pies…y pese al día gris y nublado, cuál fue nuestra sorpresa al comprobar que el agua estaba templada, para nada el frío del Mar Cantábrico que esperábamos.

¡Nos quedaron pendientes tantas cosas! El Teleférico de Fuente Dé en los Picos de Europa y el municipio de Castro Urdiales. Y de la vecina Asturias, hubiéramos querido visitar la peculiar playa invertida del Gulpiyuri, http://www.playagulpiyuri.com, si tenéis oportunidad no os la podéis perder, una auténtica maravilla de la naturaleza. Dependiendo de la marea, se forma una playa al entrar el agua a través de un túnel en la roca, haciendo que el horizonte de esta playa de unos 50 metros, sea la propia montaña. No se puede llegar en coche hasta la misma playa.

Y cómo no, de la vecina Asturias también tenemos pendiente visitar, entre otras muchas cosas, el MUJA (Museo Jurásico de Asturias), http://www.museojurasicoasturias.com, pero será en otra «dino» aventura.